Economía ha dado superpoderes de sanción y supervisión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que podrá contratar personal externo para vigilar a la banca.
La Ley de Fomento de la Financiación Empresarial permitirá a la CNMV enviar de incógnito a sus propios técnicos o incluso a personal externo –como detectives–, para que se cercioren de que los comerciales de las sucursales cumplen bien con su trabajo.
El supervisor vigilará cómo los bancos comercializan los productos, con el objetivo de evitar colocaciones en avalancha, y en las que en muchos casos hubo abuso de confianza o irregularidades en la cumplimentación de los test de conveniencia (cuando los clientes adquieren instrumentos complejos) y de idoneidad (cuando la entidad presta algún tipo de asesoramiento).
El mistery shopping, es decir, el envío de técnicos que comprueben de primera mano y de forma anónima cómo se venden los productos en las sucursales, se convierte por tanto en realidad.
Fuente: Cinco Días