El querer localizar a una persona es uno de los múltiples motivos que pueden llevar a contactar con una agencia de detectives y contratar un servicio de investigación privada.
Una vez evaluadas las razones por las que se tiene un interés legítimo en la búsqueda, ya sea una deuda, entregar una notificación judicial o el querer encontrar a un familiar o amigo del que hace tiempo que no tiene noticias, los detectives privados emprenderán la investigación basándose en los datos proporcionados.
En estos casos, toda información de la que se disponga - nombre, fotografías, último domicilio conocido, personas allegadas que puedan aportar alguna pista, números de teléfono... - es relevante para comenzar la búsqueda.
Por muy insignificante que parezca a priori, cualquier dato proporcionado puede ser decisivo, siendo el tratamiento de la información por parte del detective, tanto la aportada inicialmente, como la generada a lo largo de la investigación, plenamente confidencial.