En los últimos años, los casos relacionados con el control de la fidelidad del Directivo con cláusula de exclusividad en las empresas, tanto grandes como pequeñas compañías, han aumentado considerablemente.
La firma de una cláusula de exclusividad contractual compromete al trabajador a no realizar labores para otro empleador. Pero esta obligación no siempre se cumple. En algunos casos, la información privilegiada que poseen es facilitada a la competencia, rompiendo así dicha cláusula.
La firma de una cláusula de exclusividad contractual compromete al trabajador a no realizar labores para otro empleador. Pero esta obligación no siempre se cumple. En algunos casos, la información privilegiada que poseen es facilitada a la competencia, rompiendo así dicha cláusula.
El detective privado, como en otros casos de investigación empresarial, es una pieza clave. A través de un seguimiento, investiga los movimientos que realiza el directivo, comprobando si acude a reuniones ajenas a la empresa en la que trabaja, si facilita información confidencial a la competencia, si crea una empresa paralela a la que trabaja y roba los trabajadores de la antigua empresa...
La crisis ha hecho proliferar este tipo de fraudes en las compañías, producidos normalmente en medianas y grandes empresas, y asociado a la venta de información confidencial o la realización de actos de competencia desleal.