Cada fin de año llegan las alertas sobre el peligro de las fiestas
ilegales en naves o locales sin medidas de seguridad, con aforos máximos
que pueden desbordarse y provocar una tragedia.
Los detectives son contratados por asociaciones de empresarios hosteleros para que investiguen dónde se
localizan las reuniones que suponen una competencia desleal para el
sector, pudiendo así presentar pruebas en
denuncias que se harán ante las delegaciones de Hacienda por fraude
fiscal.