Las medidas aprobadas en un convenio regulador no son para toda la vida. Por ello, si se diesen cambios sustanciales en la capacidad económica de los cónyuges, se podrá proceder a instar una modificación de medidas mediante la interposición de una demanda en el juzgado donde se tramitó el divorcio. En este proceso, las pruebas que puede aportar un detective privado son fundamentales.
Cuando se establece la pensión alimenticia, se tienen en cuenta los ingresos del progenitor que va a permanecer conviviendo con los hijos y se señala una proporción entre los ingresos de ambos necesaria para cubrir las necesidades. Dicha proporción puede alterarse cuando aumentan o disminuyen las rentas del progenitor custodio. Si la alteración producida supone una variación sustancial, puede dar lugar a la revisión de la proporcionalidad originaria.
Las situaciones de incremento de ingresos del cónyuge que convive habitualmente con los hijos que pueden tener lugar son:
- Su acceso a un puesto de trabajo. Con la obtención de estos ingresos, la pensión alimenticia debe revisarse para que guarde la proporcionalidad exigida en los artículos 146 y 147 del Código Civil.
- Incremento sustancial de sus ingresos de trabajo. Es necesario que se acredite fehacientemente dicha circunstancia para que la pensión alimenticia sea objeto de revisión. Es decir, que de la nueva situación se derive una falta de proporcionalidad entre los dos progenitores.
En ambos casos, tras la observación y el
seguimiento del ex-cónyuge,
el detective obtendrá las pruebas gráficas y documentales necesarias que
verifiquen las sospechas del otro progenitor. El informe aportado será ratificado judicialmente si fuera preciso por el detective que lo realizó.