La figura del detective privado se ha convertido, hoy por hoy, en un elemento esencial a la hora de corroborar determinados comportamientos y obtener pruebas concluyentes.
En el ámbito familiar, las agencias de detectives ofrecen una enorme variabilidad de servicios de investigación privada, que dan respuesta a las dudas surgidas o resuelven situaciones con la seguridad que da el hecho de conocer la verdad en relación a un problema.
Entre otros, el investigador privado puede aportar pruebas en asuntos relacionados con:
El detective privado puede demostrar que la situación laboral del ex-cónyuge ha cambiado o que convive con otra persona, verificando así que tiene otro medio de sustento y que las condiciones que llevaron a fijar dicha pensión por no gozar de ingresos han variado.
Las pruebas obtenidas serán válidas para su aportación ante el tribunal competente con el fin de solicitar la modificación o extinción de la pensión compensatoria.
Mediante la observación y control de actividades del ex-cónyuge y sus hijos, el detective podrá comprobar si realizan algún tipo de actividad laboral
remunerada que suponga la revisión o eliminación de la pensión alimenticia.
La confirmación y obtención de evidencias por parte del investigador que, en divorcios y separaciones, demuestren que uno de los progenitores no es la persona idónea o responsable para hacerse cargo
de los hijos, bien por el poco tiempo que les dedica, bien por el trato que les dispensa, son imprescindibles para la resolución de este tipo de casos.
Dado que la aceptación de una herencia se celebra en un acto público ante notario, en el que han de estar todos los herederos, es posible que resulte necesario localizar a alguno de ellos, labor que un detective privado puede llevar a cabo.
También, en algunos casos, es preciso localizar bienes y propiedades del difunto con el fin de conocer, sin lugar a dudas, la situación legal de los mismos y su valor real, información ésta muy importante a la hora de aceptar o no la herencia.
Ocupación de inmuebles sin el consentimiento del propietario, subarriendos o cesiones indebidas, ocultación de reformas, dedicación del inmueble a fines no permitidos, etc. son algunos de los casos que llegan a menudo hasta las agencias de detectives.
El investigador privado podrá confirmar que el trato dispensado a los hijos o los mayores por parte de sus cuidadores es el adecuado y, en caso de no serlo, sus pruebas serán válidas a la hora de presentar la denuncia correspondiente.
El detective podrá descubrir ludopatías, consumos excesivos de alcohol y drogas, malas compañías...