Separaciones matrimoniales "de conveniencia", alquileres de viviendas
que no llegan a ocuparse ni un par de meses, lo justo para conseguir el
empadronamiento en la zona deseada, o trabajos "de pega" en centros
escolares. Son algunas de las supuestas "argucias" empleadas a la hora
de solicitar matrícula en algún centro escolar infantil.
El objetivo es arañar puntos de donde sea. Cuantos más, mejor.
Entre "los trucos"
más habituales para la admisión de alumnos en los centros educativos detectados por
detectives privados figuran la
supuesta falsificación de la zona de
residencia para optar a la variable de mayor puntuación -por proximidad
del domicilio al centro escolar se conceden cinco puntos-, la
acreditación de procesos de separación que no lo son en la realidad, e
incluso la
contratación por parte de los colegios de personas que pueden
obtener así la máxima puntuación para sus hijos por ser empleados, sin
trabajar realmente en el centro.
Son frecuentes
los casos de padres que aportan documentación de residencia en la
zona de influencia del centro sin ser su domicilio familiar real,
mediante prácticas que van desde el empadronamiento en viviendas de
familiares o conocidos, hasta el alquiler temporal de inmuebles cercanos
al colegio.
Estrategias más
extremas para conseguir plaza escolar en el centro deseado pasarían
incluso por la iniciación de trámites legales de separación para
conseguir medio punto más en la baremación, al dividirse el nivel de
renta y ser mucho menor éste para padre y madre, cosa que ocurre aunque
se mantenga la convivencia con normalidad.