Un juez de Barcelona ha concluido que es legal rastrear el correo electrónico de un directivo si hay sospechas de que es desleal con la empresa, exculpando así a un informático, ex-colaborador del CNI.
Los responsables de grandes empresas contrataron los servicios de una detective, que contó con el informático, experto en encriptación de datos, para averiguar si algunos de sus directivos desviaron información o dieron trato de favor a proveedores.
El juez da la razón al bufete de abogados que defiende al informático y concluye que no vulneró el derecho a la intimidad de los directivos. Cree que el acceso a sus ordenadores corporativos fue “lícito”, ya que realizó una “búsqueda ciega” sobre la actividad empresarial, pero no rastreó “datos de la vida íntima” de los directivos. La empresa les investigó ante unas sospechas que resultaron ser ciertas. En dos casos, los directivos fueron despedidos y sus despidos fueron considerados procedentes.
Fuente: EL PAÍS