Entre las causas que llevan a las compañías a contratar los servicios de detectives privados se encuentra el elevado nivel de pérdidas económicas que genera el extravío de productos. En este tipo de investigaciones no hay ningún sector exento, aunque adquiere mayor demanda en el del almacenaje y la distribución.
Los detectives son una herramienta clave en la investigación del posible hecho ilícito, determinando si existen o no robos en la compañía. La misión del detective privado en estos casos es, por tanto, verificar la veracidad de los indicios de fraude facilitados por las compañías, comprobación que realizan generalmente a través de seguimientos e infiltraciones en la empresa.
La infiltración en la compañía implica la utilización de una persona cuya función es observar todo lo que acontece en su día a día. Por un lado, esto permitirá a la empresa discriminar y determinar dónde se producen los errores, mientras que, de forma paralela, permitirá al detective descubrir e imputar la trama de aquellos empleados que están en connivencia para cometer los robos.
Hay que destacar que los robos y hurtos en las organizaciones no sólo afectan a material físico. La sustracción puede ser también de información relevante y de alta confidencialidad. Para la investigación de este tipo de casos, el detective lleva a cabo un seguimiento, investigando si alguno de los empleados, por ejemplo, tiene vínculos con la competencia.
Este tipo de investigación es muy interesante para las compañías, pues permite determinar por qué un departamento disminuye sus ventas, la relación con sus clientes o los problemas con proveedores, entre otros.
El trabajo de infiltración suele ser uno de los que más se alarga en el tiempo debido, por una parte, a la necesidad de llegar a conocer el funcionamiento de la empresa y de ganarse la confianza de los nuevos compañeros, y por otra, a analizar la información obtenida y descubrir la trama que genera los robos.
Para que la investigación llevada a cabo por el detective sea un éxito, las pruebas recopiladas deben ser aquellas que involucren a los empleados en el robo. Es en este momento cuando éstas deben ser puestas en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, porque supone la comisión de un hecho delictivo y, por ley, los detectives privados están obligados a poner en conocimiento de la Policía y de la Guardia Civil este tipo de hechos.
En definitiva, el ahorro conseguido por las empresas con la contratación de un detective privado es muy elevado, ya que con ello se logra eliminar las pérdidas de material y prescindir de empleados corruptos.
Fuente: CincoDías