Una familia ha denunciado a la empresa propietaria del cementerio privado de Riba-roja «Parque San Jaime» por un presunto delito de estafa y de alzamiento de bienes, alegando que ha entrado en concurso y no ha informado de esta situación a los dueños de las sepulturas, criptas, panteones y otros servicios de los que disfrutan los copropietarios de los terrenos.
La empresa denunciada es propietaria del 99,08% de la finca destinada al cementerio y dueña de otro edificio que contiene la zona de morgue, velatorios, tanatorio, horno crematorio, sacristía, sala confesional, sala de autopsias y cámaras frigoríficas.
La familia denunciante es propietaria de un panteón familiar desde el año 1993 y, ante la falta de conservación visible y apreciable que éste sufría, averiguó que la empresa se encontraba en concurso, seguido en un juzgado de lo Mercantil de Valencia. La familia en cuestión entiende que, ante esta nueva situación, el cementerio queda completamente abandonado, por lo que no se prestarán los servicios contratados, como el mantenimiento general de los jardines e instalaciones, y que, por ese motivo, dar sepultura a un familiar puede ser una tarea complicada.
Todas estas averiguaciones han salido a la luz después de que la familia denunciante contratara los servicios de una agencia de detectives que se personó en el camposanto. Una empleada del cementerio facilitó todos los servicios que éste prestaba con total normalidad sin mencionar, en ningún momento, el estado real y actual de la empresa. Ante estas declaraciones, la familia entiende que estos hechos pueden incluir un delito de estafa y de ahí que hayan decidido denunciar el grave perjuicio que estos hechos pueden ocasionar a las demás personas que en su día contrataron los servicios de este cementerio.
Fuente: Levante-EMV
Fuente: Levante-EMV