Existen falsos mitos y muchas dudas en torno a la profesión de detective privado. A continuación, analizamos algunos de ellos:
1. “Cualquiera puede ser detective”
La formación de detective privado está regulada por el Ministerio de Educación. Se imparte en 17 universidades españolas públicas o privadas, con 1800 horas y 3 cursos, tras los cuales se obtiene el equivalente a una diplomatura.
Finalizados los estudios, se puede obtener la licencia oficial de detective, expedida por el Ministerio del Interior, para lo que hay que cumplir una serie de condiciones, entre ellas superar pruebas físicas y psíquicas, poseer un diploma específico, no ser funcionario, no tener antecentes penales... entre otras muchas incompatibilidades.
2. “Es un sector que no está controlado”
Los detectives están regulados por la Ley 23/1992, del 30 de julio de 1992. Además, la policía nacional lleva un registro tanto de todos los detectives que hay en España como de sus actividades, aunque en ningún caso de los clientes o del contenido de las investigaciones.
3. “Los detectives pueden investigar a cualquiera y cualquier cosa”
Los detectives no pueden investigar acciones que por su naturaleza son perseguibles de oficio.
La responsabilidad de una investigación viene determinada por factores que deben ser analizados en cada caso particular. Sólo están legitimados para realizar una investigación cuando exista causa legítima, pero puede darse el caso de que un cliente engañe al detective, alegando que está legitimado, y en realidad no sea así, siendo en este caso la responsabilidad del cliente.
Por otro lado, un detective debe conocer cuáles son sus límites legales y no sobrepasarlos.
4. “Cuando graban conversaciones privadas, incumplen la ley”
Sería ilegal sólo si ninguna de las personas afectadas por la grabación ha dado su consentimiento o si las grabaciones son usadas para fines no lícitos (extorsiones, chantajes, difamación...)
5. “Cuando trabajan conocen delitos y se callan”
Por ley, todo ciudadano está obligado a avisar a las autoridades si presencia un delito y los detectives están especialmente obligados a ello. Como suelen pasar mucho tiempo en la calle haciendo seguimientos o vigilancia, es frecuente que ayuden a la policía en delitos relacionados con el tráfico de droga o las falsificaciones de marcas, poniendo a disposición de la Justicia la información necesaria.
6. “La mayoría de los detectives son ex policías”
Al principio muchos policías retirados colaboraban con las agencias de detectives, pero ya no es así. La mayoría está vinculado al mundo del derecho y a las empresas de seguridad.
7. “Los detectives investigan sobre todo asuntos sentimentales”
La investigaciones por infidelidad han bajado en la medida que ya no constituyen delito y no se presentan como prueba para los juicios de divorcio. Ahora son las cuestiones laborales y empresariales las demandas más habituales: supuestas bajas fraudulentas, acosos laborales, variación de las condiciones de pensiones alimenticias, etc.
Fuente: lainformación.com