
En estos casos, acudir a una agencia de detectives puede ser determinante a la hora de dar con el paradero del menor.
Tras una laboriosa investigación y los seguimientos oportunos, el detective privado puede localizar al menor y contribuir así a su restitución.
En España, la sustracción de menores por parte de los progenitores está tipificada en el artículo 225 bis del Código Penal y castigada con pena de prisión de dos a cuatro años e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de patria potestad por tiempo de cuatro a diez años.
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