Hacía tiempo que los dueños de un bar en O Couto (Ourense) sospechaban del comportamiento extraño de uno de sus camareros. Por esa razón, a comienzos de 2013 contactaron con una agencia de detectives, con el fin de detectar irregularidades en el funcionamiento del local, e instalaron cámaras de vigilancia en lugares abiertos al público.
En las grabaciones, el camarero en cuestión fue visto subiendo a un altillo sobre la cocina, un lugar de difícil acceso, utilizado como almacén, para manipular el soporte metálico de un tubo fluorescente adherido al techo. Tras desenroscarlo, cogía y guardaba diversos envoltorios que previamente había manipulado.
El descubrimiento fue puesto en conocimiento de la Policía, cuyos agentes programaron una inspección de la cafetería. Una vez dentro, procedieron a desenroscar el soporte metálico del tubo fluorescente situado en el techo. Allí se escondía un envoltorio plástico de color azul con 19,899 gramos de cocaína, cuyo análisis determinó una pureza del 68,55% valorada en 3.013 euros.
Ante la evidencia de la actividad desplegada por el camarero, se procedió ese mismo día a su detención. En su poder, llevaba 520 euros fraccionados en 10 billetes de 20 euros, 21 billetes de 10 euros y 22 billetes de cinco euros.
El caso será juzgado a principios de septiembre. El fiscal reclama una pena de seis años y medio de prisión para el camarero por un delito de tráfico de estupefacientes que causan grave daño a la salud, además de un multa de 10.000 euros.
Fuente: La Región - Ourense