Aunque el inicio de la crisis frenó los divorcios ante un futuro incierto, actualmente los expertos están comprobando que el deterioro de las situaciones económicas y familiares provoca que "las familias se rompan".
Los despachos de abogados y detectives privados empiezan también a detectar los llamados "divorcios de conveniencia", en los que matrimonios, generalmente casados en bienes gananciales, se separan para dejar en manos de una parte de la pareja esos bienes antes de que, por deudas y posibles embargos, acaben por perderlo todo.