En torno a un contrato de alquiler de un inmueble pueden surgir múltiples problemas, tanto para el arrendador, como para el arrendatario, susceptibles de ser investigados por detectives privados.
A la hora de solicitar la extinción del contrato y reclamar posibles indemnizaciones una vez extinguido éste, las pruebas aportadas por un detective privado en este tipo de litigios pueden ser determinantes.
Los casos más frecuentes que llegan a las agencias de detectives son:
- Ocupación de inmuebles sin el consentimiento del propietario.
- Duplicidad de viviendas para mantener una renta antigua.
- Subarriendos, cesiones o subrogaciones indebidas, o traspasos ilícitos.
- Dedicación de la vivienda a otros fines que no son los acordados en el contrato de arrendamiento o al ejercicio de actividad ilícitas.
- Ocultación de reformas interiores no permitidas en el contrato de alquiler.
- Inquilinos morosos.
- Verificación de las referencias de los posibles inquilinos con el fin de conocer sus antecedentes en alquileres previos.