La Xunta de Galicia ha contratado a detectives privados para
proteger a las mujeres maltratadas.
Su trabajo consiste en llevar a cabo actuaciones de contravigilancia y evitar así que las mujeres se
encuentren con sus agresores en la vía pública. Vigilan y reunen pruebas de los presuntos agresores que
infringen las órdenes de alejamiento.
Las víctimas se sienten más tranquilas con este
servicio ya que en cuanto los detectives, que están siempre junto a
la víctima, observan algo extraño o al maltratador que se acerca,
llaman a las fuerzas de seguridad y alejan a la mujer del lugar.
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