Hace unos días, se conocía el accidente sufrido por una mujer de 50 años, que falleció al detonar el airbag de su Honda Civic por una construcción defectuosa en la bolsa de aire.
La empresa asegura que envió a los dueños sendas notificaciones para que llevasen el vehículo a revisión, pero el trámite no se llegó a llevar a cabo.
La compañía Honda, una de las más perjudicadas por los airbags defectuosos, hizo un llamamiento hace cinco meses, pero sólo 13.000 de los 300.000 vehículos Honda afectados han acudido a los talleres oficiales para proceder a la revisión de sus airbags.
Ante tal circunstancia, la agencia estadounidense National Highway Traffic Safety Administration (Nhtsa) ha tomado la decisión de contratar a detectives privados para localizar a los dueños de los automóviles que podrían llevar airbags defectuosos.
Fuente: www.infotaller.tv