Tras un accidente de tráfico, un hombre fingió haber sufrido graves lesiones y reclamó una indemnización.
Alegó que no podía conducir ni coger pesos a raíz del siniestro, así que dejó de trabajar y exigió una indemnización. Pero la versión y la actitud del herido hicieron sospechar a la compañía aseguradora, que contrató los servicios de una agencia de detectives y consiguió demostrar que el hombre mentía.
El acusado fue condenado a nueve meses de cárcel y 1.260 euros de multa como autor de un delito de falso testimonio.
Fuente: ELPROGRESO