Un periodista se sentará en el banquillo acusado
de un delito de alzamiento de bienes para no pagar una indemnización
relativa a una condena por estafa.
El hombre fue condenado en 2007
a tres años de cárcel por fingir un robo en el chalé que cuidaba en abril de
1997 y en el que almacenó varios muebles antiguos procedentes de una herencia.
El fallo declaró probado que, para simular el asalto, causó un incendio en la
vivienda, y la sentencia le obligaba a indemnizar con 188.000 euros a los
perjudicados por los daños y por el robo. El acusado se declaró insolvente y no pagó la mayor parte de la
indemnización reclamada.
Los perjudicados contrataron a
un detective privado para averiguar cuál era su situación
financiera real ya que, pese a su insolvencia, aparecía como director de un
medio de comunicación e intervenía en varios programas de televisiones locales.
A la vista del informe del detective, la Audiencia ordenó abrir diligencias contra el periodista. El fiscal considera que creó un entramado societario, controlado por él mismo, para impedir conocer cuál era su realidad económica. «Toda la información y certificaciones obtenidas por los operarios judiciales respecto a su situación patrimonial ha sido negativa o nula, a pesar de llevar una actividad laboral continuada, constituir sociedades, ser titular de revistas on-line y participar en tertulias que le han reportado un beneficio económico que se mantiene oculto», concluye el fiscal.
A la vista del informe del detective, la Audiencia ordenó abrir diligencias contra el periodista. El fiscal considera que creó un entramado societario, controlado por él mismo, para impedir conocer cuál era su realidad económica. «Toda la información y certificaciones obtenidas por los operarios judiciales respecto a su situación patrimonial ha sido negativa o nula, a pesar de llevar una actividad laboral continuada, constituir sociedades, ser titular de revistas on-line y participar en tertulias que le han reportado un beneficio económico que se mantiene oculto», concluye el fiscal.