El papel del detective privado en casos de violencia de género no es otro que el de comprobar que se cumple la orden de alejamiento impuesta al agresor.
La principal medida que se adopta contra los agresores en casos de violencia de género es la conocida orden de alejamiento. Sin embargo, desgraciadamente, no siempre son efectivas. En muchas ocasiones, ante el incumplimiento de la orden de alejamiento por parte del agresor, la respuesta de la policía cuando la víctima se encuentra en peligro no es lo suficientemente rápida como para verificar que es así y poder demostrarle al juez el incumplimiento para que se adopten medidas más severas.
Tanto jueces como asociaciones coinciden desde hace años en la importancia de la intervención de los detectives privados en estos casos. Acreditando posibles quebrantamientos de las órdenes de alejamiento, se pueden modificar las medidas de protección de la víctima, evitando así nuevas agresiones.
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