Despedido un trabajador que alimentaba a sus gallinas durante su jornada laboral.
El Tribunal Superior ha confirmado el despido de un trabajador debido a que durante el horario laboral, entre otras cosas, aprovechaba para visitar una finca particular y alimentar a sus gallinas.
El empleado, que había recurrido el despido, era comercial en una empresa. Su bajo rendimiento, que él achacaba a la crisis económica, junto a otras sospechas, llevó a la empresa a contratar a una agencia de detectives privados.
Los detectives, que le estuvieron siguiendo durante unos días, averiguaron que durante su jornada laboral se reunía con antiguos empleados de la empresa en diferentes bares, acudía a centros comerciales para realizar gestiones personales y se dirigía a una finca para dar de comer a las gallinas. Además, según explica la sentencia, falsificaba las actas de control de la empresa, ya que certificaba la visita a una serie de clientes, cuando ni siquiera había realizado esta gestión. Por otra parte, también vendía a unos clientes otros productos ajenos a la empresa o recibía pagos que no comunicaba a sus jefes.
El Tribunal entiende que el despido disciplinario responde a motivos objetivos.
Fuente: Diario de Mallorca
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