Tras el fallecimiento de un familiar, llega el delicado
momento de enfrentarse a su testamento y su herencia. Cada uno de los
herederos debe aceptar su parte asignada, circunstancia ésta que, en algunos
casos, puede generar suspicacias, dudas y desconfianza, originándose a veces
grandes conflictos familiares.
Las tensiones surgidas
llevan a los implicados, o los abogados contratados por éstos, a acudir a
agencias de detectives privados para obtener información sobre el resto
de herederos o comprobar que se cumplen los requisitos establecidos por el fallecido en el testamento para ser
beneficiario de él. También es posible que el albacea de la herencia no haya sido elegido de forma adecuada o no sea la
persona idónea, y las pruebas del detective sean relevantes para demostrarlo.
Localización de personas
En la mayoría de los casos, la labor del detective privado se centra en
la localización de personas. Dado que la aceptación de la herencia se celebra
en un acto único ante notario, al cual han de acudir todos los herederos, es
posible que algunos de los herederos desconozcan el paradero de otros y sea
preciso localizarlos. Es el caso de los herederos nombrados de forma voluntaria
por el difunto, que en ocasiones desconocen formar parte del testamento y no
pertenecen al entorno familiar, razón por la cual no son conocidos por los
herederos directos legales.
También puede suceder que sea necesario localizar a
todos los descendientes del fallecido, bien porque el difunto haya fallecido
fuera del territorio español, bien porque sean sus familiares los que se
mudaron a otro país o ciudad y se perdió el contacto entre ellos.
Localización de bienes y propiedades
Otro de
los problemas planteados a menudo en torno a las herencias es la localización de bienes y propiedades. A veces, los beneficiarios de una herencia
desconocen el alcance real de la misma o su ubicación, ya que el difunto no
reveló parte de sus posesiones, o la situación legal
de los bienes (posibles cargas) y su valor real. El desconocimiento de estos datos puede
acarrear problemas en el futuro en casos en los que se sospecha de deudas y
cargas.
El heredero tiene reconocido su derecho a renunciar a la herencia, pero no
es posible aceptar sólo una parte del patrimonio y renunciar a otra. Con el
conocimiento de las posibles cargas y deudas y la información sobre el estado
real del patrimonio aportada por un detective privado, es posible sopesar la
situación y tomar la decisión correcta.