Un juzgado ha condenado a una mujer a pagar una multa de 960 euros por un delito de intrusismo
profesional, al haber ejercido de podóloga careciendo de la titulación exigida,
tras la querella presentada por el Colegio de Podólogos de Andalucía.
En la sentencia se ha declarado probado que la falsa profesional realizaba en
su domicilio labores propias de podología por
las que establecía una tarifa, todo ello sin estar en posesión de la titulación
académica correspondiente, por lo que le ha impuesto el pago de una multa, así como a indemnizar al
colegio y al pago de las costas.
En casos de intrusismo profesional, recurrir a detective privados permite conseguir pruebas inequívocas del fraude, que podrán ser aportadas y ratificadas por el investigador en sede judicial.
Fuente: Diario de Sevilla