En algunas ocasiones, determinados procesos judiciales requieren conocer el estado del patrimonio de una persona, lo que lleva a las agencias de detectives a ofrecer entre sus servicios el de la elaboración de informes patrimoniales.
Con las investigaciones patrimoniales se pretende, no sólo conocer los bienes muebles e inmuebles que posee una persona, sino también su nivel de vida y todos aquellos posibles ingresos que puede estar percibiendo, procedentes por ejemplo del alquiler de viviendas y/o locales comerciales, de su actividad laboral, de las sociedades en las que participa...
Para llegar a determinar este patrimonio, es preciso dividir la investigación en tres laboriosas etapas.
En primer lugar, se realiza una búsqueda documental que aportará las primeras pistas sobre su patrimonio.
A continuación, los detectives privados se desplazarán hasta las propiedades para determinar el estado en el que se encuentran, si están ocupadas, si se paga un alquiler por ello, etc.
Finalmente, es necesario realizar un seguimiento a la persona en cuestión, que aportará la información definitiva en relación a su actividad laboral, lugares que frecuenta, vehículos que utiliza, etc., pudiéndose así estimar su nivel de vida y si éste corresponde realmente a los ingresos que asegura tener en sede judicial.