En España, en
2011, las empresas perdieron 11.000 millones de euros por hurtos. Se
estima que más del 30% de los robos los cometen sus propios empleados.
Algunos casos, como el de un anticuario de Palma que acusa a su empleado de robarle 265.000 euros, son resueltos por detectives privados. El empleado esperaba a que cerrase la tienda y tomaba todas las precauciones
posibles para no ser descubierto, pero el detective
privado que llevó el caso captó las imágenes y describió como, llevando puestos unos guantes de látex y con una ganzúa, el empleado abría la caja
fuerte y se llevaba el dinero.
Pero no sólo se roba dinero. Unos zapatos bajo la camiseta o gasolina de las máquinas de la obra son botín suficiente para jugarse el empleo y una denuncia.
Pero no sólo se roba dinero. Unos zapatos bajo la camiseta o gasolina de las máquinas de la obra son botín suficiente para jugarse el empleo y una denuncia.
Este tipo de delitos
han aumentado hasta en un 12% en los últimos dos años.
Fuente: www.abc.es
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