El ex-alcalde de Melón (Ourense), inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos durante ocho años y medio por haber prevaricado, fue demandado por quebranto de condena en base a una investigación realizada por una agencia de detectives privados contratados por un concejal independiente.
El informe de los detectives privados, que incluía fotografías y una detallada cronografía de las actividades públicas que éste realizaba, reflejó que acudía diariamente al Ayuntamiento que presidía su esposa, en horario de mañana y tarde, cerraba el edificio y dirigía, supervisaba y controlaba a los operarios que ejecutaban obras municipales.
El concejal registró la demanda, a la que incorporó el informe, en la Fiscalía de Ourense, en el Juzgado número 1 de lo Penal, en la Audiencia Provincial y en la Subdelegación del Gobierno, acusándole de quebrantar la condena y seguir ejerciendo como “alcalde en la sombra” de Melón. El demandante hizo constar que la pena impuesta, que tenía como fin impedir que “el delincuente pueda seguir cometiendo delitos” y buscaba la “prevención general con un efecto ejemplarizante”, no se daba en este caso.
El informe de los detectives privados, que incluía fotografías y una detallada cronografía de las actividades públicas que éste realizaba, reflejó que acudía diariamente al Ayuntamiento que presidía su esposa, en horario de mañana y tarde, cerraba el edificio y dirigía, supervisaba y controlaba a los operarios que ejecutaban obras municipales. El concejal registró la demanda, a la que incorporó el informe, en la Fiscalía de Ourense, en el Juzgado número 1 de lo Penal, en la Audiencia Provincial y en la Subdelegación del Gobierno, acusándole de quebrantar la condena y seguir ejerciendo como “alcalde en la sombra” de Melón. El demandante hizo constar que la pena impuesta, que tenía como fin impedir que “el delincuente pueda seguir cometiendo delitos” y buscaba la “prevención general con un efecto ejemplarizante”, no se daba en este caso.
